UN MUNDO DE FANTASÍA Había una vez una niña muy creativa llamada Rosita, de cabello marrón ondulado y hermosa sonrisa. A ella le encantaba dibujar, se pasaba horas y horas haciendo dibujos preciosos y coloridos. Uno de esos días, después de tanto dibujar,...
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UN MUNDO DE FANTASÍA Había una vez una niña muy creativa llamada Rosita, de cabello marrón ondulado y hermosa sonrisa. A ella le encantaba dibujar, se pasaba horas y horas haciendo dibujos preciosos y coloridos. Uno de esos días, después de tanto dibujar, fue a su cama un poco cansada pero feliz por su última obra de arte, a la que llamó “FantasyLand”, lo colgó en su cuarto, y mientras la contemplaba se quedó profundamente dormida. Al día siguiente la despertó un rico olor a chocolate, abrió sus ojos y ¡oh sorpresa!, se despertó a la orilla de un río, era de color café, algo espeso y unas bolitas coloridas flotaban en él. ¿Dónde había visto algo parecido? ¡Oh sí!, en FantasyLand, su última obra de arte. − ¿Acaso estoy soñado? − se preguntó Metió su dedo en el río y luego lo probó, era chocolate, el más exquisito que había probado en su vida. −Esto no puede ser un sueño, es demasiado real, dijo. A la orilla del río, vio unos animales de colores deslumbrantes: patos rosados, pájaros mult
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