Carta 1 Déjeme abordarla de esta manera: No la conozco, aunque en el desarrollo de esta carta tendrá la impresión de que sí. Puede que sea simple percepción o, mi imaginación me está jugando sucio. Si no hubiera comprobado la verosimilitud de su existencia...
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Carta 1 Déjeme abordarla de esta manera: No la conozco, aunque en el desarrollo de esta carta tendrá la impresión de que sí. Puede que sea simple percepción o, mi imaginación me está jugando sucio. Si no hubiera comprobado la verosimilitud de su existencia con uno que otro compañero, me hubiera cohibido en su totalidad de escribir esta presente, y en lugar de esta carta (cuya presencia estoy seguro, nunca esperaba, y que la sorprende sobre manera, no sólo por la franqueza con la que comenzó, sino por la delicadeza y la elegancia del lenguaje utilizado en ella) estuviera yo construyendo una de esas historias que lo asaltan a uno a altas horas de la madrugada después de leer a Balzac o a Flaubert. No es culpa de nadie los acontecimientos que nacen de una decisión que carece, aparentemente, de fundamentos lógicos. Nada fuera de lo común, pues al parecer todos, alguna que otra vez, hemos sentido la sensación de no poder escapar del destino. Primero hay temor, luego reflexión y por último t
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