Entre pócimas y ungüentos,
y algún que otro maleficio,
ser la mala de los cuentos
ha sido siempre su oficio.
Esta anciana tiene gracia:
cuando hay en Egipto boda,
con vendas de la farmacia
se hace un vestido a la moda.
Es un medio de transporte,
no es...
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Entre pócimas y ungüentos,
y algún que otro maleficio,
ser la mala de los cuentos
ha sido siempre su oficio.
Esta anciana tiene gracia:
cuando hay en Egipto boda,
con vendas de la farmacia
se hace un vestido a la moda.
Es un medio de transporte,
no es coche, barco ni avión.
Lleva a las brujas al Norte
y les barre la mansión.
Nunca bebe limonada,
sino una bebida roja.
La luz no le gusta nada
y el ajo le da congoja.
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