¿NECESITAMOS PSICÓLOGOS? Si hacemos un pequeño esfuerzo para recordar cómo comenzó la situación que, año tras año, se repite invariablemente en el mes de septiembre; no sabríamos decir cómo fue ni a quien se le ocurrió la idea. Personalmente nunca me figuré...
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¿NECESITAMOS PSICÓLOGOS? Si hacemos un pequeño esfuerzo para recordar cómo comenzó la situación que, año tras año, se repite invariablemente en el mes de septiembre; no sabríamos decir cómo fue ni a quien se le ocurrió la idea. Personalmente nunca me figuré que tantas personas necesitaran la ayuda de un psicólogo; pero parece que así es y que es el mal de nuestro tiempo. Expliquémoslo: desde hace ya muchos años, a la vuelta de las vacaciones los telediarios nos muestran las caras y las opiniones de las personas que regresan; y las preguntas que se les hacen a los viajeros siempre son las mismas: “cómo se sienten después de las vacaciones; dónde han veraneado”, etc., y las respuestas siempre suelen ser coincidentes: “Lo hemos pasado muy bien; venimos con las pilas cargadas”; pero otros, los más, las respuestas indican que la vuelta al trabajo les supone un gran esfuerzo; que les gustaría poder seguir disfrutando de sus vacaciones, mientras ponen un mohín de enfado, molestia, pena; no sé
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