omencé mi vida docente hace 16 años
en la preparatoria; desde el inicio, me
pude percatar que es un trabajo
estricto, exigente, duro, poco redituable y
prácticamente limitado a los sistemas
institucionales y al proyecto educativo del
estado.
Por lo...
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omencé mi vida docente hace 16 años
en la preparatoria; desde el inicio, me
pude percatar que es un trabajo
estricto, exigente, duro, poco redituable y
prácticamente limitado a los sistemas
institucionales y al proyecto educativo del
estado.
Por lo anterior, entendí que debía enfocarme
a los individuos porque soy una contra el
monstruo.
Lo valioso de este trabajo se
obtendría mediante el desarrollo de los
individuos.
Todos mis esfuerzos se
enfocarían desde entonces y hasta ahora
lograr el mayor desarrollo humano posible.
Personalmente tuve que aprender a canalizar
mi conducta para trabajar dentro de los
límites de las instituciones y del sistema y,
aun así no perder mi identidad y estilo.
Estoy segura que ser docente ha sido, para
mí, un gran entrenamiento personal de
autodominio.
Desconozco si mis alumnos han aprendido
algo de mí, de hecho eso nunca lo sabré la
vida de cada uno de ellos determinará si
encontraron significativa alguno de los
conocimientos y conductas que les tran
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