Otra de narrativa subreal, casi..., casi, escritura automatica, lo confieso, pero preso y entre rejas prisionero como tantos otros, de los otros tantos, esterilizado con alcohol, sin poder nunca escapar...
Qué bulla, qué desorden, qué griterío en aquella...
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Otra de narrativa subreal, casi..., casi, escritura automatica, lo confieso, pero preso y entre rejas prisionero como tantos otros, de los otros tantos, esterilizado con alcohol, sin poder nunca escapar...
Qué bulla, qué desorden, qué griterío en aquella endiablada oficina, la noria burocrática giraba y giraba, los verdugos se quemaban las cejas y sus victimas sonreían estúpidamente. Que banalidad todo.
Y nosotros, ya ves, en fila esperando, esperando que cantaran nuestro numero y lo hacían en voz alta, casi chillando.
Si, ahora empezaba nuestra serie, no tardarían en llamarme.
- Vamos a ver, usted y usted!, los que pertenezcan al genero humano que den un paso al frente.
Sií, sí, claro, ustedes que razonan, vamos! - La gente obedeció, disparada, como si soltaran un resorte, abrióse paso, incluso a codazos los mas atrevidos, pujando por hacerse ver.
Temí no haber comprendido - Hum!, los que razonan, si, si.. -
mascullé entre dientes, y por prudencia no quise adelantarm
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