La aceituna que no queríía ser aceite Érase una vez una aceituna que vivía en un hermoso olivo en una gran parcela de Jaén. Estaban en junio y ya empezaba a hacer calor. Esta aceituna solía hablar mucho con su madre. – Mamá, ¿de mayor qué puedo ser? - Hija,...
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La aceituna que no queríía ser aceite Érase una vez una aceituna que vivía en un hermoso olivo en una gran parcela de Jaén. Estaban en junio y ya empezaba a hacer calor. Esta aceituna solía hablar mucho con su madre. – Mamá, ¿de mayor qué puedo ser? - Hija, todos tus hermanos eligieron ser aceite, tú también lo serás en diciembre. - Y el aceite, ¿para qué sirve? - Verás hija, a los humanos les gusta el aceite para muchas cosas, por ejemplo: ellos nos echan en sus tostadas por la mañana con nuestro vecino el tomate. ¿Te acuerdas de quién era? - ¡Ah sí! Qué pena que le recolectasen, me llevaba muy bien con él. - Sí, era muy gracioso, ¡ja, ja, ja! - Oye mamá, ¿para qué más servimos? - Otra función sería formar parte de la dieta mediterránea en la que se incluyen también las tostadas. Esta dieta es muy recomendada, ya que es equilibrada y variada. Bueno… también puedes ser un árbol, como yo decidí hacerlo. - Vale mamá, ¡me lo pensaré! Pasaban los días y la aceituna aún no tenía claro lo qu
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