El alumno debe estar sentado cerca del profesor permitiéndole el contacto visual, rodeado de alumnos tranquilos, alejado de imágenes, murales, puertas y ventanas para evitar que se distraiga. Las órdenes e instrucciones dirigidas al alumno deben ser muy...
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El alumno debe estar sentado cerca del profesor permitiéndole el contacto visual, rodeado de alumnos tranquilos, alejado de imágenes, murales, puertas y ventanas para evitar que se distraiga. Las órdenes e instrucciones dirigidas al alumno deben ser muy breves, directas y sencillas. Debe existir un ambiente positivo de trabajo en el aula. Establecer con el alumno señales privadas (puede ser una sola palabra) para reconducir su atención. Permitir la movilidad con una excusa útil como traer las fotocopias impresas, recoger los cuadernos, borrar el encerado, presentar los ejercicios etc. Hablar de manera tranquila, en un tono adecuado si observamos inquietud o nerviosismo en el alumno. El profesor adaptará contenidos, tareas fraccionadas en pequeños pasos y exámenes, haciéndolos más breves y limitando el formato a una o dos preguntas por página para evitar que se distraiga.
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