Era un joven llamado Adolfo. Un chico
valiente que creía en el amor a primera
vista, ya que así conoció a su querida
y amada Teresa. Él estaba locamente
enamorado de ella, aunque él no sabía
si ese amor era correspondido. Teresa
era una chica muy...
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Era un joven llamado Adolfo. Un chico
valiente que creía en el amor a primera
vista, ya que así conoció a su querida
y amada Teresa. Él estaba locamente
enamorado de ella, aunque él no sabía
si ese amor era correspondido. Teresa
era una chica muy caprichosa, quería
tenerlo todo. Por eso, estaba buscando
a un apuesto hombre que le
consiguiera la corona que pertenecía a la mujer de oro.
Todo el pueblo de Toledo sabía que no era posible conseguir aquella
corona de oro, porque aguardaba en algún lugar detrás de la puerta
prohibida. Se decía que allí había algún espíritu maligno y que por las
noches se oían unas voces terroríficas. Teresa era consciente de todo
aquello, aun y así no cambiaba de opinión. Ella quería su corona y no
dejaría de luchar por ella hasta no tenerla entre sus manos.
Así pues, el joven Adolfo, al estar tan sumamente enamorado de
Teresa, decidió arriesgar su vida por ella.
Entonces, éste se le presento en casa a
Teresa para contarle el sacrificio que estaba
dispuesto a
Moins
