LA LUNA ALUMBRABA LAS AGUAS DEL OCÉANO Y ROCÍO DE MAR DORMÍA CON UN SUEÑO
PROFUNDO SOBRE UNAS ROCAS.
LOS PECECITOS DORADOS Y AZULES, NADABAN A SU
ALREDEDOR CANTANDO Y JUGANDO.
ROCÍO DE MAR ERA UNA SIRENA DE COLOR ROSA Y VERDE, LINDA, BUENA Y UN POCO...
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LA LUNA ALUMBRABA LAS AGUAS DEL OCÉANO Y ROCÍO DE MAR DORMÍA CON UN SUEÑO
PROFUNDO SOBRE UNAS ROCAS.
LOS PECECITOS DORADOS Y AZULES, NADABAN A SU
ALREDEDOR CANTANDO Y JUGANDO.
ROCÍO DE MAR ERA UNA SIRENA DE COLOR ROSA Y VERDE, LINDA, BUENA Y UN POCO
CHARLATANA.
DE REPENTE, LOS PECES QUE ESTABAN ALREDEDOR DE ROCÍO DE MAR, SALIERON
NADANDO MUY RÁPIDAMENTE, CON SUS CARAS LLENAS DE MIEDO.
DE LA OSCURIDAD DEL MAR SALIÓ UN GRAN TIBURÓN.
SU CARA ESTABA SERIA Y DE SU
BOCA SE ASOMABAN UNOS DIENTES ENORMES Y FILOSOS.
ESTABA HAMBRIENTO.
CUANDO VIO A LA SIRENA DORMIDA, PENSÓ EN ABALANZARSE SOBRE ELLA PARA
COMÉRSELA.
LOS PECECITOS QUE HABÍAN HUIDO, LE AVISARON A LOS DELFINES QUE UN GRAN
TIBURÓN HABÍA APARECIDO EN EL MEDIO DE LA NOCHE Y SE DIRIGÍA A ATACAR A ROCÍO
DE MAR.
INMEDIATAMENTE LOS DELFINES SE DIRIGIERON HACIA A DONDE ESTABA LA SIRENA.
EN
EL CAMINO LOS DELFINES SE ENCONTRARON CON UNA PAREJA DE BALLENAS QUE SE
UNIERON A ELLOS PARA AYUDAR A SU SIMPÁTICA AMIGA.
CUANDO LLEGARON A LAS
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