Rebeca, vuélvete a dormir, cariño
Rebeca era una niña muy espabilada para su edad (tenía cuatro añitos,
casi-cinco como decía ella), y así lo solían decir todos los mayores que la
conocían, desde su abuelita a su maestra.
Por eso aquella noche cuando...
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Rebeca, vuélvete a dormir, cariño
Rebeca era una niña muy espabilada para su edad (tenía cuatro añitos,
casi-cinco como decía ella), y así lo solían decir todos los mayores que la
conocían, desde su abuelita a su maestra.
Por eso aquella noche cuando
despertó entre gritos supo que había tenido una pesadilla, una más.
Así que,
sin sentir ningún miedo, cogió a su muñeca y se puso a peinarla mientras le
cantaba una nana.
Al final, llegó su padre para calmarla, como todas las noches.
Pero esa
noche era distinta, su papá tenía la ropa llena de ketchup y llevaba un cuchillo
muy grande en una mano y la cabeza de mamá en la otra.
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