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http://www.
cuadernosdigitalesvindel.
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Llegó de quien sabe dónde,
vagabundo y desgarbado,
un monstruo feo y enorme;
el pobre andaba extraviado,
no sabía ni su nombre.
Su cabeza era de acero
con dos ojazos saltones
y tres pelos mal...
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http://www.
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Llegó de quien sabe dónde,
vagabundo y desgarbado,
un monstruo feo y enorme;
el pobre andaba extraviado,
no sabía ni su nombre.
Su cabeza era de acero
con dos ojazos saltones
y tres pelos mal revueltos;
calzaba botas enormes,
¡del cincuenta, por lo menos!
“Escuchadme, no os engaño,
sólo soy un monstruo bueno,
y no quiero haceros daño.
”
Bramó su voz como un trueno,
pues su lengua era de estaño.
Ocurrió que al presentarse
huyeron despavoridos
los vecinos y el alcalde
dando fieros alaridos.
Se quedó solo, sin nadie.
“¿Por qué huye de mí la gente
si demuestro a todo el mundo
que soy noble y eficiente?”
se preguntaba errabundo
dando vueltas a la fuente.
Al sentarse sobre un leño
se le acercó un cachorrillo
con tiritera y sin dueño;
lo acurrucó hasta dormirlo
pues tenía frío y sueño.
Los chiquillos más curiosos,
que le andaban espiando,
viendo el gesto afectuoso
se abrazaron al espanto
tan
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