Remi Liébana Gálvez, Maristas Málaga © Contexto histórico El período revolucionario que comienza con la Revolución francesa y llega hasta la primera mitad del s.XIX permite a la burguesía construir una Europa a su gusto. En la segunda mitad del siglo, los...
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Remi Liébana Gálvez, Maristas Málaga © Contexto histórico El período revolucionario que comienza con la Revolución francesa y llega hasta la primera mitad del s.XIX permite a la burguesía construir una Europa a su gusto. En la segunda mitad del siglo, los nacionalismos dan lugar a nuevos Estados: Alemania e Italia. El crecimiento burgués se basa en el enriquecimiento por la Revolución Industrial y supuso el distanciamiento entre la burguesía y el proletariado. Además, la necesidad de materias primas y nuevos mercados llevó a colonizar África y Asia y convirtió a las naciones europeas en grandes imperios. Como resultado se tiene una Europa impregnada de ideales burgueses que Nietzsche criticará. Políticamente, se distinguen dos corrientes con intereses enfrentados: El liberalismo de Adam Smith que defiende la libertad política y económica de la burguesía. Como reacción, surgen las políticas socialistas y anarquistas cuyo origen se encuentran en la filosofía de Marx y buscan una sociedad
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